L’Apol·lo de Pinedo
1994
Triptic
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APOLO EN LA MITOLOGÍA ROMANA
Apolo, hijo de Zeus y de Latona, es una de las principales divinidades del Olimpo. Es en su calidad de dios sanador, Apalla medicus, como fue introducido en Roma en el
431 a. de C. El emperador Augusto adoptó a Apolo como
protector personal y las muestras de devoción hacia él y su
hermana Artemisa/Diana se multiplicaron en época imperial.
Apolo representaba la moral y la disciplina; era el purificador y vengador, así como protector de la música y de
la poesía. Este rico contenido mitológico fue desgranándose en imágenes que invadieron los espacios públicos y privados, tanto en Roma como en la esfera provincial. En este
fenómeno encuentra su justificación el Apolo de Pineda.
cional, superior al torso marmóreo de Barcelona y al Apolo
broncíneo de Tiermes (Soria), ambos de época imperial.
En el ámbito tipológico, los paralelos más cercanos al
EL HALLAZGO
El8 de diciembre de 1963 y en aguas de la playa de
Pineda, cuatro submarinistas descubrieron una estatua masculina de bronce que D. Fletcher identificó con el dios Apolo.
La estatua apareció mutilada de su pierna derecha que fue
recuperada unos meses más tarde. Sólo en fecha muy reciente ha podido incorporarse la pierna que, a consecuencia del naufragio de la embarcación que la transportaba,
quedó seccionada del resto del cuerpo. Hoy, felizmente
completo, el Apolo de Pineda se muestra en el Palau deis
Scala como anticipo de su definitiva exposición en el Museo
de Prehistoria de Valencia.
CARACTERÍSTICAS DE LA ESTATUA
La estatua representa la figura de un joven desnudo,
identificado con el dios Apolo, cuya postura sedente con
ligera inclinación de la cabeza denota una actitud de indolencia o de reposo. Es una copia romana del Apalla
DeJphinios, original realizado por Demetrio de Mileto a finales del siglo 11 a. de C.
Sus características la convirtieron en una obra excep-
bronce de Pineda se hallan fuera del marco peninsular.
Destacan dos relieves escultóricos, uno procedente del teatro de Aries, fechado en las dos últimas décadas del siglo
I a. de C. y otro, del teatro de Mileto, datado en el siglo IV
d. de C. La isla de Delos, cuna de Apolo, aporta otro interesante paralelo marmóreo en bulto redondo, del final del
siglo n. A escala más reducida, la imagen de Apolo sedente
en actitud de reposo fue ejecutada en una estatuilla de época imperial expuesta en el Museo de Kassel, así como en
varias monedas de Mileto y Delfos.
Varias pinturas murales, procedentes de Pompeya,
muestran a Apolo sentado con un brazo sobre la cabeza y
el otro apoyado en la cítara. Este mismo motivo fue utilizado también para la decoración de vasos de terra sigilJata
gálica.
El Apolo de Pineda es un claro exponente de la influencia ejercida por los grandes artistas de época clásica y
helenística en la producción artística romana, cuyo testigo
final se encuentra en las numerosas copias y readaptaciones.
Un buen ejemplo de este fenómeno lo constituye el sátiro durmiente de la villa de los Papiros de Herculano, copia de un original helenístico del siglo III a. de c., cuyo
aspecto general muestra una evidente semejanza formal
con la imagen de Pineda, si bien existen diferencias de detalle.
Aunque se ignora sobre qué soporte descansaba la estatua, la opción más probable pasa por un asiento rocoso,
de acuerdo con la moda introducida en el Helenismo de representar divinidades, como Apolo, en un espacio natural.
Atendiendo a la postura de su brazo izquierdo, el Apolo
de Pineda debía apoyarse sobre algún objeto o instrumento, probablemente la lira o cítara, el atributo apolíneo más
representado.
Su datación en época imperial viene apoyada en que la
práctica totalidad de paralelos del bronce de Pinedo son de
este período, fiel reflejo de la propagación del culto apolíneo por parte de Augusto.
Su destino final pudo ser tanto un espacio público, religioso, como aparece, por ejemplo, en el santuario de
Pompeya al que da nombre, o civil, como el Apolo de
Tiermes, procedente de la basílica del foro. Pero tampoco
hay que descartar que formase parte de la decoración de
una casa urbana (domus) o villa rústica de elevado nivel económico.
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APOLO EN LA MITOLOGÍA ROMANA
Apolo, hijo de Zeus y de Latona, es una de las principales divinidades del Olimpo. Es en su calidad de dios sanador, Apalla medicus, como fue introducido en Roma en el
431 a. de C. El emperador Augusto adoptó a Apolo como
protector personal y las muestras de devoción hacia él y su
hermana Artemisa/Diana se multiplicaron en época imperial.
Apolo representaba la moral y la disciplina; era el purificador y vengador, así como protector de la música y de
la poesía. Este rico contenido mitológico fue desgranándose en imágenes que invadieron los espacios públicos y privados, tanto en Roma como en la esfera provincial. En este
fenómeno encuentra su justificación el Apolo de Pineda.
cional, superior al torso marmóreo de Barcelona y al Apolo
broncíneo de Tiermes (Soria), ambos de época imperial.
En el ámbito tipológico, los paralelos más cercanos al
EL HALLAZGO
El8 de diciembre de 1963 y en aguas de la playa de
Pineda, cuatro submarinistas descubrieron una estatua masculina de bronce que D. Fletcher identificó con el dios Apolo.
La estatua apareció mutilada de su pierna derecha que fue
recuperada unos meses más tarde. Sólo en fecha muy reciente ha podido incorporarse la pierna que, a consecuencia del naufragio de la embarcación que la transportaba,
quedó seccionada del resto del cuerpo. Hoy, felizmente
completo, el Apolo de Pineda se muestra en el Palau deis
Scala como anticipo de su definitiva exposición en el Museo
de Prehistoria de Valencia.
CARACTERÍSTICAS DE LA ESTATUA
La estatua representa la figura de un joven desnudo,
identificado con el dios Apolo, cuya postura sedente con
ligera inclinación de la cabeza denota una actitud de indolencia o de reposo. Es una copia romana del Apalla
DeJphinios, original realizado por Demetrio de Mileto a finales del siglo 11 a. de C.
Sus características la convirtieron en una obra excep-
bronce de Pineda se hallan fuera del marco peninsular.
Destacan dos relieves escultóricos, uno procedente del teatro de Aries, fechado en las dos últimas décadas del siglo
I a. de C. y otro, del teatro de Mileto, datado en el siglo IV
d. de C. La isla de Delos, cuna de Apolo, aporta otro interesante paralelo marmóreo en bulto redondo, del final del
siglo n. A escala más reducida, la imagen de Apolo sedente
en actitud de reposo fue ejecutada en una estatuilla de época imperial expuesta en el Museo de Kassel, así como en
varias monedas de Mileto y Delfos.
Varias pinturas murales, procedentes de Pompeya,
muestran a Apolo sentado con un brazo sobre la cabeza y
el otro apoyado en la cítara. Este mismo motivo fue utilizado también para la decoración de vasos de terra sigilJata
gálica.
El Apolo de Pineda es un claro exponente de la influencia ejercida por los grandes artistas de época clásica y
helenística en la producción artística romana, cuyo testigo
final se encuentra en las numerosas copias y readaptaciones.
Un buen ejemplo de este fenómeno lo constituye el sátiro durmiente de la villa de los Papiros de Herculano, copia de un original helenístico del siglo III a. de c., cuyo
aspecto general muestra una evidente semejanza formal
con la imagen de Pineda, si bien existen diferencias de detalle.
Aunque se ignora sobre qué soporte descansaba la estatua, la opción más probable pasa por un asiento rocoso,
de acuerdo con la moda introducida en el Helenismo de representar divinidades, como Apolo, en un espacio natural.
Atendiendo a la postura de su brazo izquierdo, el Apolo
de Pineda debía apoyarse sobre algún objeto o instrumento, probablemente la lira o cítara, el atributo apolíneo más
representado.
Su datación en época imperial viene apoyada en que la
práctica totalidad de paralelos del bronce de Pinedo son de
este período, fiel reflejo de la propagación del culto apolíneo por parte de Augusto.
Su destino final pudo ser tanto un espacio público, religioso, como aparece, por ejemplo, en el santuario de
Pompeya al que da nombre, o civil, como el Apolo de
Tiermes, procedente de la basílica del foro. Pero tampoco
hay que descartar que formase parte de la decoración de
una casa urbana (domus) o villa rústica de elevado nivel económico.
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